¿Por qué contar calorías no es la solución a tus problemas de peso?
La comida, como todo lo que existe en el universo, no es materia ni energía, es información.
Contar calorías es una práctica común en el viejo mundo de la nutrición y el fitness. Seguramente has oído la frase "para perder peso, debes consumir menos calorías de las que gastas". En teoría, este enfoque debería funcionar: si consumes menos calorías de las que tu cuerpo necesita, deberías empezar a perder peso. Sin embargo, si estás leyendo esto, es probable que hayas descubierto que la realidad es mucho más compleja y desalentadora.
Es probable que hayas buscado asesoría nutricional para perder peso y mejorar tu salud física y mental. Posiblemente, te han dicho que la única manera de perder peso y “quemar” grasa es mediante una dieta hipocalórica.
Las dietas hipocalóricas pueden ser efectivas a corto plazo, pero no son sostenibles a largo plazo. Tu cuerpo entra en un estado de "emergencia" al no recibir la cantidad de alimento que necesita, y al volver a comer normalmente, almacena grasa de forma agresiva para prepararse para la próxima "hambruna". Entonces, no solo recuperas el peso perdido, sino que puedes incluso aumentar más de lo que pesabas inicialmente.
😯 ¿Qué pasaría si te dijera que hay otra forma de abordar la salud y la pérdida de peso? Una que no se basa en restricciones, sino en comprensión. Una que no se centra en la privación, sino en la satisfacción.
¿Qué es una caloría?
La caloría es una unidad de energía, es decir, se utiliza para medir la cantidad de energía que diferentes fuentes pueden producir, por ejemplo, el gas, el carbón o los alimentos. Una caloría es la cantidad de energía requerida para elevar la temperatura de 1 g de agua de 14,5 a 15,5°C.
Para calcular las calorías que los diferentes macronutrientes contienen se ha establecido que:
100 g de carbohidratos contienen 400 calorías.
100 g de proteínas contienen 400 calorías.
100 g de grasas contienen 900 calorías.
El principio de conservación de la energía
La primera ley de la termodinámica, el principio de conservación de la energía, establece que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma o se transfiere de un objeto a otro. Entonces, cuando comes, la energía extraída de los alimentos es transferida a tu cuerpo. Esta energía se distribuye de tres formas en tu organismo:
Se almacena como grasa, glucógeno en el hígado y los músculos, o en forma de proteínas en los tejidos.
Se genera calor.
Es excretada en forma de heces y de orina.
Calorías que entran es igual a calorías que salen
En teoría, si ingieres alimentos que poseen 2000 calorías, pero tu cuerpo solo emplea 1500 calorías, existe un superávit de 500 calorías, las cuales se almacenan en tu cuerpo en forma de grasa para su aprovechamiento posterior. Sin embargo, no todos los alimentos son iguales cuando se trata de aprovechar sus nutrientes y su energía. Además, los macronutrientes requieren diferentes cantidades de energía para ser digeridos.
Por ejemplo, 100 g de carbohidratos requieren el gasto de 300 calorías para su digestión; 100 g de grasa requieren el gasto de 150 calorías; y, 100 g de proteína requieren el gasto de 125 calorías. Esto significa que el cuerpo emplea más energía para digerir carbohidratos y grasas que proteínas.
Además, cada macronutriente genera diferentes cantidades de energía al ser digerido. Por ejemplo, 100 g de grasas producen 900 calorías; 100 g de carbohidratos generan 400 calorías; y, 100 g de proteínas producen también 400 calorías.
No todos los alimentos son iguales cuando se trata de aprovechar sus nutrientes y su energía.
Esto significaría que si quiero bajar de peso, debería consumir alimentos ricos en carbohidratos. Mi cuerpo necesita gastar 300 calorías para digerir 100 g de carbohidratos. Estos 100 g de carbohidratos generan 400 calorías, dejando un balance positivo de 100 calorías. Esto es menos energía en forma de calorías que si consumiera proteínas (275 calorías de balance) o grasas (750 calorías de balance). Hasta ahora, todo parece claro, ¿verdad?
¿Por qué contar calorías no es la solución a tus problemas de peso?
Lamentablemente, nuestro cuerpo no se comporta como un motor de combustión interna donde las calorías que entran son las mismas que salen, ocurriendo un balance energético perfecto que cumple con la ley de conservación de la energía. Nuestro organismo, al ser un sistema biológico y electroquímico, se comporta de formas mucho más complejas. ¡No es una máquina de contar calorías!
Si llevamos una dieta de 4000 calorías basada en proteínas y grasas vamos a perder peso y nuestro cuerpo estará saludable, en homeostasis, dicho de otra manera. Pero si llevamos una dieta de 2000 calorías basada en carbohidratos vamos a subir de peso y, probablemente, terminaremos con resistencia a la insulina y luego con diabetes tipo 2 y otras enfermedades metabólicas que hoy son de lo más comunes.
⭐ Una dieta rica en proteínas y grasas puede ayudar a eliminar los depósitos de grasa, lo que permite bajar y mantener el peso. Además, no sentirás hambre con frecuencia, lo cual reducirá la cantidad de veces que comes. Por otro lado, una dieta rica en carbohidratos puede llevar a la acumulación de grasa y aumento de peso. Además, puede causar hambre constante, lo que podría incrementar la frecuencia de tus comidas.
En esta publicación puedes aprender acerca de los tipos de hambre que existen, te vas a sorprender.
Esto significa que la idea de los nutricionistas antiguos de que podemos comer de todo, siempre y cuando, no rebasemos el límite diario de 1500-2000 calorías, es la que está causando la epidemia de enfermedades metabólicas relacionadas con la resistencia a la insulina producida por el consumo excesivo de carbohidratos.
Algunos autores definen a la diabetes tipo 2 como intoxicación por el abuso de la ingesta de carbohidratos.
Solo basta con mirarte en el espejo o mirar a las personas que están a tu alrededor para darte cuenta de que esta idea de los nutricionistas de la vieja escuela es nefasta. Esta creencia te ha convertido en una máquina de quemar azúcar y almacenar grasa.
El universo está hecho de información
El físico John Archibald Wheeler acuñó la frase "It from bit", para referirse a la perspectiva cuántica de cómo el universo parece estar hecho de bits de información en lugar de bits de materia o energía.
Si consideramos que la comida, como todo en el universo, es información, entonces las calorías que aportan cada uno de los macronutrientes se emplean de diferentes maneras en nuestro organismo. Esto quiere decir que cada macronutriente cumple con ciertas funciones específicas en nuestro organismo. En el siguiente artículo hablo con más detalle sobre los macronutrientes.
La comida es información, no calorías
Por ejemplo, la información que se encuentra en las proteínas que ingerimos y que se convierten en aminoácidos al ser digeridas, se utiliza para sintetizar las proteínas que nuestro cuerpo necesita para construir y reparar tejidos, transportar y almacenar nutrientes y fabricar enzimas, hormonas y neurotransmisores. Las proteínas no se utilizan en el ciclo de Krebs o ciclo del ácido cítrico para obtener energía.
Nuestro cuerpo no se comporta como un motor de combustión interna donde las calorías que entran son las mismas que salen.
La información que se encuentra en las grasas saludables que comemos y que se convierten en ácidos grasos al ser digeridas, se emplea para obtener energía a través del ciclo de Krebs, fabricar hormonas, transportar vitaminas liposolubles, formar parte de las membranas celulares y ser un constituyente fundamental de las neuronas.
En contraste, la información que se encuentra en los carbohidratos que ingieres a diario (pan, arroz, avena, papas, frutas), y que se convierten en glucosa al ser digeridos, y que también participa en el ciclo de Krebs, le señala al cuerpo que debe producir insulina para controlar el nivel de glucosa en sangre y también debe almacenar grasa a partir de los carbohidratos que comiste a través de un proceso que se llama lipogénesis de novo. Te engordas cuando comes carbohidratos, no cuando comes grasas saludables. Paradójico, pero cierto.
Una perspectiva diferente
Por lo tanto, si empiezas a ver los alimentos que consumes como información que tu cuerpo recibe en lugar de calorías, comprenderás que ciertos alimentos, como las proteínas y las grasas animales, son una mejor fuente de información que los alimentos ricos en carbohidratos.
Si deseas sanarte, debes alimentar a tu cuerpo no con lo que le gusta y le causa adicción, sino con lo que le beneficia. Además, deberías dejar de contar las calorías de todo lo que consumes.
Te engordas cuando comes carbohidratos, no cuando comes grasas saludables.
Por eso, quiero invitarte a un camino diferente. Un camino en el que no tendrás que contar calorías, sino que aprenderás a comprender y respetar a tu cuerpo.
📢 He diseñado un programa personalizado de 16 semanas en el que te enseñaré a deshacerte de los hábitos que te están haciendo daño, y a adquirir buenos hábitos que te ayudarán a mejorar tu físico, tu salud mental y tu bienestar.
En este programa, aprenderemos a ver los alimentos no como números, sino como fuentes de nutrientes que tu cuerpo necesita para funcionar de manera óptima. También hablaremos sobre la importancia del ejercicio físico, el descanso y el cuidado emocional. Porque la salud no se trata solo de lo que comes, sino también de cómo te mueves, cómo duermes y cómo te sientes.
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Espero poder acompañarte en este camino hacia una vida más saludable y plena.
Saludos,
Juan - 50yFit
Nota de descargo: El objetivo de este contenido es estrictamente educativo. No debe interpretarse como asesoramiento médico o nutricional. El usuario, al leer y aplicar la información extraída de este material, lo hace por su propia elección y asume todos los riesgos asociados, liberándome de cualquier responsabilidad.