¿Por qué no deberías ignorar las intolerancias alimentarias? Lo que debes saber
Los especialistas suelen hablar muy pocas veces de que tener una larga lista de sensibilidades alimentarias no es normal.
Hoy quiero hablarte de un tema que ha generado muchas preguntas y preocupaciones entre mis alumnos: las sensibilidades o intolerancias alimentarias. Este es un problema que puede parecer común, pero en realidad, es un indicador de que algo no está funcionando correctamente en tu cuerpo. Tal vez te hayas dado cuenta de que ciertos alimentos, que deberían ser completamente saludables, te causan malestar. Hace algún tiempo, hablamos sobre la intolerancia a los lácteos causada por la caseína A1. Sin embargo, este problema va mucho más allá.
Es lamentable cuánto nos han engañado a la gente los profesionales de la salud sobre estos problemas, haciéndonos creer que tener reacciones a alimentos perfectamente saludables es normal o que simplemente evitar los alimentos para siempre es una solución.
La mayoría de los nutricionistas, médicos y entrenadores te dirán que simplemente elimines ciertos alimentos o sigas una dieta baja en FODMAP. La dieta FODMAP, específicamente la dieta baja en FODMAP, es un enfoque dietético diseñado principalmente para aliviar los síntomas asociados con el Síndrome del Intestino Irritable (SII) y otros trastornos gastrointestinales. FODMAP significa Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles Fermentables, que son un grupo de carbohidratos de cadena corta que pueden ser mal absorbidos en el intestino delgado, lo que lleva a problemas digestivos como hinchazón, gases y dolor abdominal. ¿Pero este enfoque es suficiente?
Los especialistas suelen hablar muy pocas veces del hecho de que tener una larga lista de sensibilidades alimentarias no es normal. No abordan los problemas subyacentes que a menudo causan estas sensibilidades, problemas que pueden ser serios y agravarse con el tiempo. Así, muchas personas son llevadas a creer que sus sensibilidades no son un gran inconveniente y que si simplemente eliminan el gluten, los lácteos, el ajo y ciertas frutas y vegetales, sus síntomas mejorarán y estarán bien.
Intolerancia no es lo mismo que alergia
Se tiende a confundir las alergias alimentarias con las intolerancias alimentarias. Las alergias, que afectan a menos del 6 % de la población, causan una respuesta inmunitaria de IgE, que es una liberación inmediata de histamina y otros químicos que provocan síntomas como urticaria o incluso anafilaxia potencialmente mortal.
Las sensibilidades, por otro lado, son a menudo una respuesta de IgG, que es una respuesta secundaria retrasada, a veces incluso días después del consumo de un alimento en particular. Esto sucede cuando el cuerpo percibe ciertas proteínas como dañinas, pero rara vez es grave o potencialmente mortal como las alergias.
Las sensibilidades ocurren después de que los alimentos se descomponen y se absorben en el torrente sanguíneo. Una vez allí, el sistema inmunitario los detecta y produce anticuerpos IgG y libera mediadores inflamatorios como las citoquinas. Teniendo en cuenta que los síntomas pueden manifestarse horas o días después del consumo de los alimentos que causan intolerancia, es posible que sea difícil determinar específicamente qué alimento los causó.
Las intolerancias alimentarias no implican una respuesta inmunitaria y suelen ser causadas por algún aspecto del proceso digestivo que se ve interrumpido, lo que resulta en que el cuerpo no pueda descomponer completamente ciertos alimentos. Esto podría deberse a cosas como antinutrientes que suelen estar presentes en los alimentos de origen vegetal que inhiben las enzimas digestivas, deficiencias enzimáticas, bilis y otros jugos gástricos.
¿Por qué no deberías ignorar las intolerancias alimentarias? Lo que debes saber
Conocer qué alimentos están causando síntomas de sensibilidades o intolerancias es útil. No es una buena idea consumir regularmente alimentos que tu cuerpo no puede procesar adecuadamente. De todas formas, también es importante entender por qué ocurren las intolerancias a los alimentos. Las causas más comunes de estas reacciones inflamatorias son:
Permeabilidad intestinal
Disbiosis
Deficiencias de enzimas y jugos gásticos
Ahora vamos a desglosar cada una de estas causas.
Permeabilidad intestinal
El intestino permeable, o síndrome del intestino permeable (SIP), se refiere a una condición caracterizada por un aumento de la permeabilidad intestinal. Esto significa que el revestimiento de los intestinos, que normalmente actúa como una barrera para evitar que sustancias dañinas ingresen al torrente sanguíneo, se ve comprometido. Como resultado, moléculas más grandes como toxinas, bacterias y partículas de alimentos no digeridos pueden "filtrarse" al torrente sanguíneo, lo que potencialmente desencadena respuestas inflamatorias y varios problemas de salud.
Los intestinos están revestidos con uniones estrechas que controlan lo que pasa a través de la pared intestinal. En individuos con intestino permeable, estas uniones no funcionan correctamente, lo que lleva a brechas que permiten que sustancias no deseadas escapen al torrente sanguíneo. Esta condición a menudo está vinculada a varias enfermedades gastrointestinales, incluyendo la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca, por ejemplo.
Los anticuerpos IgG normalmente son eliminados por los macrófagos. Pero cuando se presenta el SIP, y se genera intolerancia a ciertos alimentos, los macrófagos pueden no cumplir con su función adecuadamente. Los complejos formados con partículas de alimentos pueden luego depositarse en los tejidos y causar una mayor inflamación.
Dado que la mayoría de los profesionales confunden a las personas diciéndoles que simplemente eviten ciertos alimentos como una “solución”, problemas como el intestino permeable a menudo son ignorados. Desde luego que los síntomas desaparecen cuando se eliminan los alimentos que desencadenan las intolerancias, sin embargo, no se está solucionando el problema de raíz.
Cuando la permeabilidad intestinal no se aborda adecuadamente, puede causar respuestas de IgG a cada vez más alimentos, incluso a alimentos nutritivos y saludables. Esto puede resultar en un ciclo continuo de una lista cada vez mayor de sensibilidades alimentarias, una inflamación cada vez mayor y un revestimiento intestinal cada vez más débil.
No está mal implementar restricciones alimentarias como la baja en FODMAP. Sin embargo, esta no puede ser la única recomendación para abordar y solucionar las intolerancias a los alimentos. Es imprescindible explorar y encontrar las causas subyacentes.
🤯 El intestino permeable es una condición seria. Está estrechamente relacionado con otras complicaciones de salud como diversas condiciones autoinmunes, depresión e incluso cáncer.
Disbiosis
El microbioma también puede desempeñar un papel en las sensibilidades alimentarias a través de su rol en la inmunidad, ayudando a mantener la barrera intestinal, afectando la producción de enzimas y protegiendo contra el crecimiento excesivo de patógenos. Cuando está en desequilibrio, estos procesos pueden alterarse y las sensibilidades o intolerancias pueden desarrollarse.
La disbiosis se refiere a un desequilibrio en las comunidades microbianas dentro del cuerpo, particularmente dentro del microbioma intestinal. Esta condición se caracteriza por una reducción en la diversidad microbiana, donde las bacterias beneficiosas disminuyen y las bacterias potencialmente dañinas proliferan. La disbiosis puede llevar a varios problemas de salud, incluyendo enfermedad inflamatoria intestinal (EII), diabetes y cáncer colorrectal. A menudo está influenciada por factores como la dieta, medicamentos (especialmente antibióticos), estrés e infecciones.
El microbioma está involucrado en la descomposición de los alimentos que comemos, especialmente los carbohidratos complejos que no pueden ser digeridos por nuestra cuenta. Los desequilibrios pueden alterar estos procesos y llevar a que alguien experimente reacciones cuando consumen diferentes tipos de carbohidratos.
La función de nuestro sistema inmunitario y los niveles de inflamación también están fuertemente influenciados por la composición del microbioma intestinal. Cuando ocurren desequilibrios, puede llevar al debilitamiento del revestimiento intestinal, contribuyendo al SIP, motilidad alterada y mayor susceptibilidad al crecimiento excesivo de patógenos (SIBO).
SIBO
El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) es un tipo específico de disbiosis. Ocurre cuando hay un aumento anormal en el número de bacterias en el intestino delgado, particularmente aquellas que normalmente se encuentran en el colon. Este sobrecrecimiento puede alterar la digestión y absorción normales, llevando a síntomas como hinchazón, gases, diarrea y desnutrición. El SIBO puede desarrollarse debido a varios factores, incluyendo la motilidad intestinal deteriorada, bajo ácido estomacal y anomalías estructurales en los intestinos.
En el caso del crecimiento excesivo de bacterias, ciertos tipos de microbios pueden causar deficiencias de diamino oxidasa (DAO), un grupo de enzimas que descomponen la histamina y algunas aminas primarias. Este sobrecrecimiento bacteriano también pueden llevar a una mayor producción de histamina en el cuerpo. Niveles elevados de histamina combinados con niveles bajos de DAO puede desencadenar fuertes reacciones a alimentos que contienen mucha histamina, como las carnes y quesos curados, vegetales fermentados, embutidos, lácteos, nueces, semillas, leguminosas y cereales.
La histamina es una sustancia química en el cuerpo que desempeña un papel crucial en varias funciones fisiológicas, incluidas las respuestas inmunitarias y las reacciones alérgicas. Es producida por los mastocitos y basófilos en respuesta a alérgenos como alimentos, polvo o sustancias químicas en el aire, y está involucrada en la respuesta inflamatoria. La histamina desencadena síntomas como picazón, estornudos, secreción nasal y ojos llorosos, característicos de las reacciones alérgicas.
Deficiencias de enzimas digestivas y jugos gástricos
El ácido estomacal, las enzimas digestivas y la bilis juegan roles importantes en nuestra digestión. Las deficiencias en cualquiera de estas sustancias pueden resultar en alimentos mal digeridos e intolerancias. Por ejemplo, una deficiencia de lactasa puede llevar a intolerancia a los productos lácteos, específicamente a la lactosa. También, una deficiencia de proteasa puede causar dificultades para digerir proteínas. Además, una deficiencia de bilis puede provocar reacciones a las grasas debido a una digestión inadecuada.
Estas deficiencias e intolerancias resultantes tienen diversas causas como la malabsorción de los nutrientes que están involucrados en su producción, procesos inflamatorios, antinutrientes presentes en las plantas, crecimiento excesivo de patógenos o disbiosis y estrés.
Uno de los mayores problemas con las soluciones que se ofrecen hoy en día para los problemas digestivos es que no son soluciones reales. Son solamente tratamientos para manejar los síntomas disfrazados como soluciones. Los síntomas son una manifestación de algún desequilibrio homeostático. Lamentablemente, este enfoque se aplica no solo con las intolerancias alimentarias, sino con la mayoría de los problemas en general.
Es evidente que mucha gente es llevada por el camino equivocado cuando se trata de estos problemas.
Lo que generalmente resulta en:
Una dieta que se restringe cada vez más debido a que nuevos alimentos causan continuamente reacciones
Deficiencias de nutrientes que se desarrollan debido a dietas severamente restringidas
Las causas raíz de las intolerancias alimentarias empeoran con el tiempo
Nuevos problemas aparecen debido a que las causas raíz son pasadas por alto
Reitero que eliminar los alimentos que están causando intolerancias tiene sentido, pero a menos que estas reacciones se deban a alergias alimentarias (que las padecen menos del 6 % de la población), nunca será una solución por sí sola.
El enfoque que propongo es identificar y abordar lo que está causando las reacciones, como la permeabilidad, la disbiosis y las deficiencias mencionadas anteriormente.
🌟 Las pruebas de sensibilidad a los alimentos tienen una utilidad limitada, en este sentido las dietas de eliminación son la primera y mejor alternativa. Adicionalmente, las pruebas de intolerancia a los alimentos no van a proporcionar detalles sobre las verdaderas causas de los problemas.
Abordar las sensibilidades e intolerancias alimentarias no es tarea fácil, pero con el enfoque correcto, puedes mejorar significativamente tu calidad de vida. Recuerda, no se trata solo de eliminar alimentos, sino de encontrar y tratar las causas subyacentes.
Espero que este correo te inspire a tomar acción y a buscar la raíz de tus problemas de salud. No dudes en contactarme para cualquier consulta o para agendar una sesión de coaching personalizada.
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