Desenmascarando la objeción principal a la dieta baja en carbohidratos
El “yo no puedo”, es una forma sutil de no admitir que “yo no quiero”.
En la entrada anterior conversé contigo sobre la creatina, un suplemento que no solo sirve para construir músculo y mejorar la resistencia física, sino también para mejorar tu bienestar y salud mental, la calidad de tus huesos, regular tu sistema inmunológico y actuar como un potente antiinflamatorio. Este suplemento es uno de los más estudiados en el mundo, y se ha determinado que todos deberíamos tomarlo sin importar sexo ni edad.
Hoy quiero hablarte sobre la objeción número uno que recibo cuando propongo adoptar una dieta baja en carbohidratos y rica en proteínas y grasas de origen animal. Esta objeción es la creencia de que este tipo de alimentación es costosa y que, por tanto, queda por fuera de la mayoría de los presupuestos.
Entiendo perfectamente por qué podrías pensar eso. En un mundo donde los alimentos procesados y llenos de carbohidratos baratos están en cada esquina, la idea de cambiar tu dieta puede parecer intimidante y, sí, costosa. Sin embargo, quiero derrumbar este prejuicio con ejemplos reales de lo que gastamos semanalmente en mi hogar comprando alimentos verdaderamente nutritivos y saludables.
Evidentemente, no podemos comer lomo fino, “ribeye”, picaña o bife de chorizo a diario porque se sale de nuestro presupuesto, así que optamos por cortes de res más baratos, pero que son muy buenos en sabor y contenido de grasa.
Como ya conoces, al decidir qué comprar en el supermercado, empleo la regla de los tres ingredientes. Esto quiere decir que si un alimento está hecho de más de tres ingredientes, no lo compro. De esta forma, me aseguro de comprar alimentos naturales libres de productos químicos nocivos para mi salud física y mental. Además, mientras menos procesado es un alimento, más barato será y más nutrientes contendrá por unidad de peso.
Desenmascarando la objeción principal a la dieta baja en carbohidratos
Lo interesante es que al seguir una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas y grasas de origen animal, comerás con menos frecuencia. La razón es que tanto las proteínas como las grasas animales generan una satisfacción más prolongada que los carbohidratos. En palabras simples, tendrás menos hambre y, por lo tanto, comerás con menos frecuencia alimentos que son realmente nutritivos.
En mi caso, como ya te he comentado en otras oportunidades, tengo dos comidas al día: desayuno y almuerzo. Esta ventana de alimentación es de unas cuatro o cinco horas al día, lo que me permite hacer ayunos diarios de entre 18 y 20 horas. Los beneficios que he obtenido del ayuno son espectaculares, por lo que te invito a que los conozcas de primera mano en el siguiente artículo que escribí hace poco.
¿Cuánto gastamos en comida cada semana?
En mi hogar somos cuatro personas: mi esposa, mis dos hijos adolescentes y yo, además de dos gatos machos que también comen alimentos de origen animal como nosotros. Todos los miembros de la familia comen dos veces al día, incluyendo los gatos.
Para los humanos de mi familia, el costo diario de la comida es de $33,57. Esto equivale a $8,39 por persona al día, o $4,20 por comida por persona.
En cuanto a los felinos, ellos suelen comer pechugas de pollo y filetes de pescado picados y cocidos en agua y sal. El costo mensual de su comida es de aproximadamente $76, lo que se traduce en $2,53 por día para los dos gatos.
Así, evitamos que en pocos años sufran de enfermedad renal, pancreatitis, triaditis y otras enfermedades relacionadas con el consumo de alimentos balanceados ricos en maíz, soya, arroz, cebada, avena, celulosa, leguminosas, extractos y pulpas vegetales, hortalizas, frutas, colorantes y aceites de semillas. Tienen de todo menos lo que deberían tener: abundante proteína animal de buena calidad.
Tanto a los veterinarios que los recomiendan como a los ingenieros en alimentos que formulan estos menjurjes quería preguntarles si sabían que los gatos son carnívoros absolutos, estrictos o verdaderos. ¡Parece que no lo saben!
Lo que lleva mi carrito de compras
La factura promedio semanal de víveres es de USD $235.
¿Cuáles son los alimentos que están en mi carrito de compras cada semana? Estos productos formaron parte de la última factura de compras del supermercado al momento de escribir este texto:
6,5 kg de “brisket” de res
2 kg de costillar de res
1,5 kg de albacora (atún blanco o de aleta larga)
500 g de hígado de res
1,6 kg de piernas y muslos de pollo
1,8 kg de queso mozzarella
500 g de yogurt griego
200 g de ghee, mantequilla o manteca de res
120 huevos
1 kg de tocino ahumado
8 chorizos de cerdo
4 kg de aguacate Hass
500 g de aceitunas negras sin hueso
A esta lista añado algunas frutas como limones, mandarinas y manzanas, y hortalizas como cebollas, tomates, jengibre y hierbas como cebollín, culantro y perejil. Las frutas son consumidas principalmente por mis hijos, y las hortalizas y otros vegetales los utilizo como guarnición de la proteína animal o como condimento.
Como es evidente, no aparecen carbohidratos como arroz, granos, cereales, harinas, papas o pastas. Tampoco hay bebidas alcohólicas o azucaradas, ningún tipo de “snacks” y mucho menos aceites de semillas (soya, girasol, canola, etc.). Tomamos agua mineral natural embotellada en botellas de vidrio.
Otro detalle muy importante que debes conocer es que no comemos fuera, ni siquiera los fines de semana. Comemos en casa absolutamente todos los días. Las comidas fuera son excepcionales.
Otras objeciones importantes
Existen otras objeciones importantes por las que las personas no se “arriesgan” a hacer una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas y grasas de origen animal, de las cuales me ocuparé en las próximas entregas. Esta vez, me voy a limitar a mencionarlas:
Los alimentos de origen vegetal son “súper alimentos”.
La fibra es necesaria para un sistema digestivo saludable.
La carne roja causa cáncer.
La carne roja causa enfermedades cardiovasculares.
En todo caso, debes saber que detrás de todas estas razones se esconde una objeción primaria: el “yo no puedo”, que es una forma sutil de no admitir que “yo no quiero” y, a su vez, es una manera de justificar algún temor o miedo a “perder” el control o el apego sobre algo porque eso me va a causar sufrimiento.
😍 Cosas muy emocionantes y trascendentes pueden ocurrirte fuera de esa jaula en la que vives encerrado voluntariamente.
Ahora, te toca a ti. Quiero hacerte las siguientes preguntas:
¿Cuánto gastas a la semana en víveres?
¿Eres consciente de los alimentos que llevas en tu carrito de compras?
¿Cuántas veces comes cada día?
Me gustaría conocer tus respuestas en algún momento. Puedes enviarme un mensaje con las respuestas cuando gustes.
En resumen y para terminar, la objeción principal que recibo cuando sugiero una dieta baja en carbohidratos y rica en proteínas y grasas animales: la creencia de que es costosa.
Es comprensible pensar así, especialmente en un entorno donde los alimentos procesados y ricos en carbohidratos son económicos y abundantes. Sin embargo, puedo demostrar que una dieta nutritiva no necesariamente es cara. En mi hogar, seguimos la regla de los tres ingredientes para evitar productos procesados y químicos nocivos. Esto nos permite comprar alimentos naturales y nutritivos que, a menudo, son más económicos.
Además, una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas y grasas animales reduce la frecuencia de las comidas, ya que estos macronutrientes proporcionan una mayor sensación de saciedad que los carbohidratos. En mi casa, comemos dos veces al día, lo que facilita ayunos diarios de 18 a 20 horas, con beneficios espectaculares para la salud.
Nuestra factura semanal de alimentos es de aproximadamente USD $235, y compramos principalmente carnes, pescados, huevos, lácteos, aguacates y algunas frutas y hortalizas. No adquirimos carbohidratos procesados, bebidas alcohólicas, azucaradas ni aceites de semillas.
Finalmente, aunque existen otras objeciones comunes a esta dieta, como la necesidad de fibra o los supuestos riesgos de la carne roja, muchas de estas preocupaciones son más bien excusas para evitar cambios. Te invito a considerar los beneficios de salir de tu zona de confort y adoptar hábitos de vida más saludables y sostenibles.
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Nota de descargo: El objetivo de este contenido es estrictamente educativo. No debe interpretarse como asesoramiento médico o nutricional. El usuario, al leer y aplicar la información extraída de este material, lo hace por su propia elección y asume todos los riesgos asociados, liberándome de cualquier responsabilidad.